Durante siglos, la historia de Colombia ha ocultado las huellas de una comunidad silenciosa: los anusim, también conocidos como criptojudíos o judíos forzados a convertirse al cristianismo. Aunque perseguidos por la Inquisición, muchos de ellos llegaron al Nuevo Reino de Granada y lograron preservar parte de su identidad en secreto, ocultando prácticas ancestrales dentro de una vida aparentemente católica.
Origen y Rutas de Llegada
A partir del siglo XV, tras los decretos de expulsión en España y Portugal, miles de judíos sefardíes se convirtieron al cristianismo bajo presión. Muchos de ellos buscaron refugio en América, disfrazados como católicos devotos. Cartagena de Indias fue uno de los principales puertos de entrada para estos conversos. Sin embargo, la amenaza constante de la Inquisición en esa ciudad los empujó a internarse en el interior de Colombia: Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Valle del Cauca y Santander.
Ocultamiento y Costumbres Disfrazadas
En las zonas montañosas, alejadas del control inquisitorial, los anusim mantuvieron ciertas tradiciones judías disimuladas dentro de la vida cotidiana. En regiones como el suroeste antioqueño (Jericó, Andes, Jardín), el altiplano cundiboyacense o los pueblos de Mompox y Vélez, estas prácticas pasaron de generación en generación, a veces sin saber su verdadero origen.
Algunas de estas costumbres incluían:
- Encender velas los viernes por la noche, descrito como una "costumbre de las abuelas".
- Evitar el consumo de cerdo o mariscos, aunque se presentara como una preferencia personal o superstición.
- Cubrir los espejos tras una muerte en la familia.
- Casarse dentro de la misma comunidad o entre primos.
- Usar nombres bíblicos como segundo nombre, a veces ocultos.
Estas acciones, transmitidas en silencio, se convirtieron en parte del tejido cultural de muchas familias rurales que hoy desconocen el verdadero origen de esas prácticas.
Símbolos Ocultos en Textiles y Arquitectura
Investigaciones recientes han encontrado símbolos en bordados, encajes y construcciones antiguas que sugieren una raíz judía. Estrellas de seis puntas, candelabros de siete brazos y letras hebreas mal copiadas aparecen en decoraciones artesanales. En algunas casas campesinas existen nichos en la pared orientados hacia Jerusalén, usados posiblemente como altares secretos.
Apellidos Sefardíes en Colombia
Muchos apellidos comunes en Colombia tienen origen sefardí. Entre ellos: Espinosa, Mejía, Henríquez, Cardozo, Pérez, De la Peña, Franco, Salazar, Medina, Toledano y Navarro. Estos apellidos han sido estudiados por genealogistas y relacionados con familias de origen converso que lograron establecerse en Colombia durante la colonia.
Registros Inquisitoriales Olvidados
En los archivos de la Inquisición de Cartagena se conservan testimonios que revelan la práctica secreta del judaísmo en Colombia. Acusaciones como "judaizar", "no comer carne de cerdo", "lavarse las manos ritualmente" o "celebrar fiestas diferentes" fueron suficientes para castigar con tortura o confiscación de bienes. Estas amenazas forzaron a muchas familias a ocultarse aún más, profundizando su aislamiento y manteniendo sus costumbres en lo íntimo del hogar.
El Resurgimiento Actual
En las últimas décadas, personas en distintas regiones del país han empezado a investigar su genealogía y a descubrir secretos familiares que los conectan con el judaísmo. Algunas comunidades en Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali han comenzado procesos de retorno al judaísmo sefardí, guiadas por rabinos en América Latina o Israel. Lo que antes fue un secreto silenciado por el miedo, ahora empieza a florecer como una identidad redescubierta.
Reflexión Final
Lo que se ocultó entre sombras de miedo, ahora vuelve a brillar con la luz de la memoria. La historia de los anusim de Colombia es también la historia de resistencia, de identidad persistente y de una herencia espiritual que nunca se apagó por completo.
Ariel דה לה פניה
Desde la oscuridad, hacia la luz.