Historia Sefardí

Imágenes Ocultas de los Anusim: La Fe Criptojudía Disfrazada de Santidad

Ariel דה לה פניה Por Ariel דה לה פניה 17/05/2025
Ilustración de imágenes criptojudías

Durante siglos, los anusim —judíos forzados a convertirse al cristianismo durante la Inquisición— conservaron en secreto fragmentos de su fe. Vivieron en constante peligro, simulando ser cristianos devotos mientras, en la intimidad del hogar, mantenían vivas sus creencias judías mediante símbolos, rituales y oraciones disfrazadas. Uno de los aspectos más enigmáticos y poco conocidos de esta resistencia espiritual fue el uso de imágenes religiosas reinterpretadas.

¿Por qué usaban imágenes los criptojudíos?

Aunque el judaísmo tradicional prohíbe la adoración de imágenes, los anusim adoptaron una estrategia de supervivencia: disfrazar figuras judías como santos católicos para poder tenerlas a la vista sin levantar sospechas. Estas imágenes no eran objetos de culto en sí mismos, sino recordatorios silenciosos de su verdadera identidad, una forma de educación espiritual secreta para los hijos y una afirmación oculta de pertenencia.

Figuras simbólicas adoptadas o inventadas

San Moisés

No existe un "San Moisés" reconocido por el catolicismo oficial. Sin embargo, muchos criptojudíos tenían imágenes de Moisés, representado con las tablas de la Ley y un bastón, a menudo en una postura de líder o profeta. Esta figura podía pasar como un personaje bíblico venerado, permitiendo a los anusim mantenerlo visible sin temor.

Santa Esterica

En varias regiones de América —especialmente en México y el suroeste de EE. UU.— se documentó la figura de "Santa Esterica", una santa popular no reconocida oficialmente. En realidad, se trataba de la reina Esther, heroína del libro bíblico de Purim, que salvó al pueblo judío del exterminio. Las mujeres encendían velas en su honor, hacían promesas o "novenas" en secreto, y la veneraban como símbolo de fe, valentía y salvación.

San Elías (El Profeta)

La figura de Elías el profeta (Eliyahu HaNavi) también fue reinterpretada. A veces representado como un anciano con barba blanca y bastón, era visto como un "santo" que traería redención. Algunas familias dejaban una silla vacía para Elías en ciertas festividades (como durante una cena de Pésaj, aunque sin llamarla así), sin saber que repetían una antigua costumbre judía.

¿Dónde se guardaban estas imágenes?

En el hogar

El lugar más común para estas imágenes era dentro del hogar. Allí, en rincones discretos o pequeños altares, se colocaban figuras o estampas que servían de guía silenciosa. No eran objetos de adoración, sino medios de resistencia cultural. Algunos ejemplos:

  • Imágenes de "San Moisés" junto a velas encendidas el viernes por la noche.
  • Estampas de "Santa Esterica" dentro de cofres o cuadros familiares.
  • Bordados con estrellas de seis puntas o menorot (candelabros) camuflados como diseños decorativos.
  • Rollos de oraciones ocultos en estuches o dentro de cruces huecas.

En iglesias y capillas católicas

Aunque los anusim no colocaban estas imágenes en las iglesias, sí resignificaban en secreto algunas figuras presentes en el culto católico. Por ejemplo:

  • Imágenes de Moisés o profetas del Antiguo Testamento presentes en retablos o vitrales eran vistas como puntos de conexión secreta con su fe.
  • Procesiones o rituales eran reinterpretados en clave simbólica, especialmente por mujeres y ancianos que conservaban algún conocimiento ancestral.
  • Los anusim participaban exteriormente de los ritos católicos, pero en su interior guardaban significados completamente distintos.

El doble lenguaje espiritual

Este uso simbólico de imágenes fue parte de un doble lenguaje religioso, donde lo judío se ocultaba bajo lo católico. En lugar de negar su herencia, los anusim la transformaban en algo invisible para la Iglesia, pero visible para los ojos de la memoria familiar.

Este sistema no solo les permitió sobrevivir, sino también transmitir secretos sagrados a las siguientes generaciones, muchas veces sin palabras, solo con actos cotidianos e imágenes que hablaban por sí solas.

Reflexión final

Las imágenes de "San Moisés", "Santa Esterica" y otras figuras ocultas no eran ídolos, sino puentes de memoria entre lo visible y lo oculto. En tiempos de persecución, estas figuras representaban la resistencia de una fe enterrada pero viva, un susurro silencioso de la identidad que se negaron a abandonar, incluso bajo amenaza de muerte.

Hoy, al desenterrar estas historias, damos voz a los que no pudieron hablar, y encendemos nuevamente las luces que aquellos criptojudíos se atrevieron a encender en la oscuridad.

Fuentes y lecturas recomendadas

  • Stanley M. Hordes – To the End of the Earth: A History of the Crypto-Jews of New Mexico (2005).
  • David Gitlitz y Linda Davidson – A Drizzle of Honey: The Lives and Recipes of Spain's Secret Jews (1999).
  • Nathan Wachtel – La fe del recuerdo: Laberintos marranos (2001).
  • Haim Beinart – The Conversos and the Inquisition.
  • Archivos del Santo Oficio de la Inquisición de Cartagena de Indias.
  • Marie-Therese Asséo – Investigaciones sobre identidades judías ocultas.
  • Museo B'nai Anusim – El Paso, Texas / Nuevo México.

Ariel דה לה פניה

Desde la oscuridad, hacia la luz.