Desde la oscuridad, hacia la luz.
Durante siglos, los anusim —judíos forzados a convertirse al cristianismo durante la Inquisición— conservaron en secreto fragmentos de su fe. Vivieron en constante peligro, simulando ser cristianos devotos mientras, en la intimidad del hogar, mantenían vivas sus creencias judías mediante símbolos, rituales y oraciones disfrazadas.
Una de las estrategias más fascinantes de resistencia fue el uso de imágenes con doble significado. Los anusim crearon o adaptaron iconografía cristiana que, a simple vista, parecía ortodoxa, pero que contenía mensajes ocultos que solo otros criptojudíos podían reconocer.
Símbolos de Resistencia
Entre los símbolos más comunes encontramos:
- Menorás disfrazadas: Candelabros que a simple vista parecían decorativos pero que seguían el patrón de siete brazos.
- Estrellas "florales": Diseños que sutilmente formaban la Estrella de David.
- Santa Esterica: Una "santa" inventada basada en la figura bíblica de Ester, que no existía en el santoral católico.
Estas manifestaciones artísticas no eran meros actos de rebelión, sino expresiones de una identidad que se negaba a desaparecer a pesar de la persecución y el aislamiento.